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¿Se nos está yendo la mano con los regalos a las influencers?

25 Octubre 2024 | Eva Olaya

Hola, queridas:

Hoy os traigo un melón, pero de los buenos, de los de la marca Bollo, nena, que me lo quitan de las manos. Así que voy a proceder a abrirlo. Escalpelo y gasas, por favor…

Vibradores, sombreros, ¿Qué será lo siguiente? ¿Una cría de llama?… ¿No os parece que a las editoriales se nos está yendo de las manos lo de los regalos promocionales? Lo mismo que lo de tintar los cantos… (De esto ya hablo otro día, si queréis).

Tengo la impresión de que ha llegado un momento que el que el marketing se ha comido al libro. Esta idea tan gráfica me vino hace un par de días, cuando vi en las redes a una chica desembalar una caja enorme que contenía un enorme sombrero. Debajo estaba el libro que la editorial estaba a punto de lanzar.

Atención, que yo aplaudo a los compañeros, porque como elemento de promoción consiguió su cometido: llamar la atención. Y a saco además.

Pero es que no puedo dejar de lado una idea que me perturba un pelín: antes se hablaba de los libros una vez leídos. Ahora se habla antes, cuando las influencers reciben los envíos, sobre todo si incluyen regalos espectaculares (y ojo, con espectacular me circunscribo a la definición literal del término, que sea o no algo de mi agrado ya es una cuestión de gusto personal).

Buena pregunta, querido amigo que jamás llegará a beberse su café. Sí, un poco envidiosa sí que estoy, porque para mí quisiera la capacidad de alcance que consiguen este tipo de campañas. Pero espero que este sentimiento tan humano no invalide mi argumento. Estamos creando fenómenos editoriales más allá de las páginas del libro, centrados en la capacidad de generar las ganas de comprarlo en los lectores a través de objetos ajenos a la historia en sí.

Y, señoría, sabe dios que no soy inocente, porque nosotras somos las primeras en enviar libros (cajitas muchas menos) a cuentas de Instagram para que los lean y los muestren a sus seguidores, pero para que los lean, por dios. Además jamás hemos enviado nada que cualquier lector no pudiera obtener. Es decir, no hacemos envíos especiales y limitados a unas cuantas cuentas. Es una manera de enfocar las cosas; en ningún caso estoy tratando de preponderar nuestra opción sobre el resto.

Y sí, para nosotras la lectura va más allá del libro, por supuesto. Es una experiencia, es un estilo de vida, una manera de estar y entender el mundo, porque los libros tienen la capacidad de estirar el tiempo y de engrandecer el espacio, entre otros muchos superpoderes. Y además por aquí somos muy amantes de las cosas bonitas y procuramos que la experiencia de recibir uno de nuestros libros sea ilusionante y placentera.

Pero vamos a por las conclusiones, señoras, conclusioneees: En mi mundo ideal, ahí en la alfombra, sujetando la vela entre Jasmin y Aladdin, los fenómenos literarios no tendrían nada que ver con la capacidad de una editorial en invertir en otros productos deslumbrantes, sino con valores estrictamente literarios. Y ojo, porque esto no quiere decir que no puedan darse ambas cosas. Ni que los casos citados no lo sean, aunque claro, eso no lo sabremos hasta que una buena masa de lectores haya podido opinar, que en definitiva, es de lo que se trata.

En fin, amigas, como no tengo ninguna estrategia de marketing con las que dejaros patidifusas… os dejo un video en el que os cuento nuestras novedades de aquí al final de año, que oye, al fin y al cabo, sí que son todo un regalazo.