Fecha de publicación: 07 de Octubre 2013
Género: FFH
Número de páginas: 360
Formato: 13,5 x 23
Encuadernación: Tapa blanda/ cosido/ con solapas
ISBN: 978-84-92929-91-7
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Cien años de perdón
Contracubierta:
Hace ya años que el Inspector Ramos abandonó el sueño de ser un buen policía, ni si quiera sus compañeros se fían de él, toda su vida es un engaño y su familia le desprecia. Mientras intenta resolver la muerte de un anciano y esclarecer un asesinato múltiple, Antonio Ramos solo tiene una cosa en la cabeza: hacer lo que sea para quedarse con un dinero que ha visto pasar delante de sus narices. Pero la mafia rusa y asuntos internos le pisan, no ya los talones sino los tobillos, y los cadáveres se van acumulando a su paso en una asfixiante y vertiginosa espiral de violencia que solo puede conducirle a un callejón sin salida…«Cerdán (…) me recuerda a lo mejor de los maestros Andreu Martín y Juan Madrid: el delito como código y discurso, medio de vida y carretera hacia el desastre”. Carlos SalemNovela nominada a los Premios Lee Misterio 2013 como Mejor Novela Negra.
Algunas reseñas:
Blog Acantilados de papel: «Sé cuando estoy ante una buena narrativa, y en esta novela la hay, aunque nos duela cada página».Blog Athnedoctario Incoherente: «No puedo ponerle ni una sola pega porque la novela es redonda. Cabrona como ella sola, rezuma mala leche en cada página. Negra y criminal, con todas las letras. Claudio Cerdán, alejándose de cualquier principio o miramiento, nos golpea en los morros sin que le cambie ni la cara, sin parpadear».
Revista Calibre 38: «Quien lleva la batuta en Cien años de perdón es Antonio Ramos, policía corrupto donde los haya, residente en una de esas urbanizaciones saturadas de turistas en verano y desiertas en invierno, marido de una adicta a las sectas más extrañas y padre de dos tiernas criaturas que le odian y desprecian a partes iguales».
Blog Leer sin prisa: «Busca tu empatía, y os aseguro que no es alguien con quien me habría sentido identificada, pero Claudio lo consigue. Te da una de cal y una de arena, para que en el fondo pienses “pobre diablo”».